¿Qué papel juega el Gestor recuperador de papel?
¡Qué es la recogida selectiva del Papel y Cartón!
La recogida selectiva de papel y cartón es la fracción de los residuos urbanos que más volumen y peso aporta tras los orgánicos. El papel es un claro indicador del desarrollo y su presencia en los residuos señala también esta característica.
En España, el valor promedio del peso de esta fracción oscila entre el 16 y 22% siendo el valor más típico el 18%, muy alejado aún de los valores mundiales a los que España se verá abocada.
La recogida selectiva del papel presenta una peculiaridad originada por el carácter aparentemente especulativo de los precios de estos subproductos. De la misma manera, el hábito de los recuperadores de obtener el papel usado desde economías marginales y de tipo benéfico, dificulta el establecimiento masivo de programas de recuperación, pero aún así se van desarrollando algunas fórmulas para posibilitarla.
La recogida mono producto, la solución más difundida, se basa en contenedores de gran capacidad en la vía pública, especialmente de tipo troncocónico, donde el ciudadano lleva el papel desechado. Estos recipientes son vaciados con la periodicidad precisa por vehículos con caja abierta y grúa preparada para esta función aunque, dadas las características de estos productos, admiten el uso de cajas con compresión para optimizar la capacidad de carga. También se están utilizando contenedores de menor capacidad, manejados por los sistemas convencionales de recogida de residuos con recolector-compactador. El papel y el cartón recolectado se transporta a centros de recepción que los recuperadores tienen en los alrededores de las ciudades, donde se procede a las operaciones de limpieza, clasificación por tipos y calidades y embalado para su venta a las papeleras. En contados casos estas operaciones las efectúan los ayuntamientos sólo si disponen de plantas de reciclado o líneas de triaje.
La determinación del número de recipientes comunitarios se efectúa de forma similar a la utilizada para distribuir los contenedores de vidrio:
- Un contenedor cada 1.000 habitantes.
- Criterios de servicio sobre criterios de productividad.
Otro sistema utilizado en España es el denominado puerta a puerta, que suele utilizarse sólo para productores masivos: bancos, oficinas, grandes superficies, etc. Para ello existen múltiples soluciones, como la entrega de pequeños contenedores o el uso de jaulas para cartón. En el caso de los cartonajes rechazados por las grandes superficies es frecuente que ellas mismas organicen su recogida internamente usando compactadores estacionarios, prensas propias, etc., para su posterior valorización y recuperación.
Uno de los problemas que presentan los residuos de cartón es diferenciar si se trata de residuo doméstico o industrial, una frontera difícil de definir a efectos prácticos que origina que pequeños grandes productores, como comercios de tamaño medio, bares, restaurantes, pequeñas industrias, etc., se integren en el entramado urbano con producciones considerables pero no tanto como para catalogarlas de industriales. Este fenómeno provoca la ocupación de gran parte de los contenedores instalados en la vía pública, por ello es conveniente limitar los volúmenes que este sector puede depositar como residuos urbanos y fomentar acciones que reduzcan sus aportaciones o, al menos, su volumen.
Otro eficaz sistema dentro de los métodos puerta a puerta, aunque de altísimo coste, es entregar cajas de cartón reciclado de gran capacidad para que escuelas, oficinas, bancos, etc., los usen como papeleras, avisando al suministrador cuando están llenos.
La recogida del papel y cartón como monoproducto hace que este se acumule en los contenedores y tiente a que los rebuscadores lo sustraigan y vendan. La cuestión es polémica, pues hay quien piensa que estas acciones son justificables, ya que en definitiva, se recupera el papel a la vez que se ayuda a los sectores marginados de la sociedad. Esta